martes, 16 de febrero de 2010

Sonidos medievales.

El medievo. Cada etapa histórica tiene su propio sonido, al igual que su propio arte.
La Edad Media fue un período de miedo, impregnado de religiosidad, donde la Iglesia y el poder de la nobleza deseaban que el estado llano no supiera más de la cuenta para que no pudiesen pensar por sí mismos. Aún así, existían hombres dotados de una inteligencia sublime, capaces de hacer cálculos que ni siquiera ellos mismos comprendían. Esto puede apreciarse en las grandiosas catedrales, abadías, monasterios, claustros, etc. que existen desde la era medieval. Fundamentalmente encontramos dos tipos de estilos en la Europa Medieval de los siglos X-XV: Románico y Gótico.
Si hablamos del Románico, hablamos de silencio, de intimidad con el Altísimo, de oscuridad, de los terrores del año 1000, del Juicio Final, todo ello interpretado en capiteles, en bestiarios medievales, tímpanos, piedras, columnas, etc. Con el arte Gótico, pensamos en altura, luz, color, vidrieras, es el arte que nos acerca al cielo.
Independientemente de sentirnos más afines a uno u otro, el hombre medieval fue capaz de construir grandiosos edificios en piedra, sin prisa pero sin pausa, con una técnica desconocida hasta entonces. Piedra a piedra colocadas perfectamente, arcos de medio punto y ojivales que se alzan para adentrarnos en un misterioso pasadizo de columnas en cuyo final, que continua en nuestra imaginación, encontraremos la vida eterna.
Cuando visitas un edificio de esta época puedes imaginar como era el sonido de las piedras, la fundición del cristal de las vidrieras, el sonido de los cantos, los gritos desgarradores de hombres que caen al vacío, la lengua de los basiliscos de los capiteles, la risa del Maligno, el sufrimiento de un hombre clavado en una cruz y, al final, la esperanza de poder tener una vida mejor que la terrenal.

A pesar de las penurias, el hambre, la desesperación, las guerras..., envidio a todos los hombres y mujeres que de un modo u otro dejaron su huella creando esa nueva forma de arte, una forma de vida que todavía podemos sentir con un poco de imaginación y de atención.

A ellos, arquitectos, albañiles, canteros, dibujantes, vidrieros, herreros... 1000 gracias.