lunes, 26 de julio de 2010

¿SE NECESITA OLVIDAR?

Dejar que el tiempo cure nuestros dolores es mejor que tratar de cortarlos impacientemente.

La habitación en la que estaba era fría...
Era blanca...
Era solitaria.

Ella se encontraba en medio de ella, en una cama que podría considerarse cómoda.
Había envejecido... Y lo poco que recordaba la llevaban hacia los días más felices de su vida.

Corría el año... Vaya... No lograba acordarse... Bueno, un año inolvidable. Sus recuerdos vagaban en aquellos días.
El alzehimer la había diezmado...
Había diezmado todo lo vivido recientemente, no sabía como se llamaba, ni quién era aquella mujer joven que la acompañaba. Victoria se hacía llamar. Era una mujer guapa, de piel negra, con unos ojos enormes... Y lloraba cuando tenía que responder a aquella pregunta: "¿Quién eres?" La cogía de la mano... Y la acariciaba...

Y al notar esas caricias en su mano... Viajaba a aquel año... Vaya... No lograba acordarse.
Recordaba que su vida cambió.
Dejó atrás a su familia, a sus "amigos", al quinto Beatle, a la artista, a su perro...
Amigos... esos amigos que se aprovechaban de su bondad, aquellos amigos que no le proporcionaron más que disgustos y borracheras pero que, aún así, seguía queriendo... ¿Estarían vivos?
No lo sabía... Hacía muchos años que les perdió la pista... Y tampoco recordaba sus rostros... En sus sueños sabía que habían existido.

Las caricias de Victoria, su hija, la transportaron a momentos concretos... Al amor de su vida... Y el amor de su vida la hizo recordar a aquellas seis chicas que conoció, aquellas seis chicas... Y al quinto Beatle, y a la artista...

Hay cosas de las que es mejor no acordarse...

Pero aquello nunca lo olvidaría.

Y su aliento se desvaneció...