martes, 25 de enero de 2011

TIRED. CHAPTER XIII. ¿SEPARACIÓN?

"En esta vida quien no se rinde es todo un valiente."

Laia se levantó y se sometió al gran esfuerzo de bajar de la cama al mundo real.
Llevaba unos días muy nerviosa, necesitaba ir a Valladolid a mirar las malditas notas de los exámenes. Afortunadamente, dos de los que había hecho estaban aprobados. No podía creérselo, pero sabía que tanto esfuerzo merecería la pena.

Lo primero que hizo antes de dar un beso a Adrián, su pareja desde hacía cinco años, fue abrir el ordenador y mirar el correo electrónico.
"Nada..." Se desanimó al ver que no tenía ningún mensaje en la bandeja de entrada, y se preguntó cómo les habría ido a Aleyt y a Gabi. "Luego las llamaré", pensó.
Se levantó, aún medio dormida y desilusionada, y fue al baño. Se lavó la cara, y se miró al espejo. Apareció un reflejo a su lado... Y sonrió al ver a su compañero, su confidente... Su amigo.
- Bon dia amor.

La filosofía de vida de Laia era muy diferente a la del resto del mundo, quizá por ello la nueva carrera la satisfacía más que la anterior.

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Ross paseaba tranquilamente hasta llegar a su casa. A la altura de Fuente Dorada, se encontró con una persona conocida. Hacía tiempo que no veía a Aleyt.
- ¡Ross!- Dijo Aleyt alzando la voz y con una sonrisa.
- Hola Aleyt, ¿qué tal?
- Muy bien, ¿y tú? ¿qué tal los exámenes?
- Bien, bien. De momento creo que bien.
- Ah me alegro.
- ¿Tú acabaste?
- Sí, sí. Vine ayer de Almansa y nada hasta el lunes no tengo clase. Aprobé todas.- Explicó Aleyt orgullosa.
- Ah mira que bien. ¿Y Nacho?
- Pues... Nacho estará en clase. Luego lo veré cenando.
- Ah, vale. Hace mucho que no viene por casa.
- Ya... Es que ahora está comiendo y cenando con nosotras... Compramos entre los tres.
- ¿Ah sí?
- Pues... Sí, así es. ¿No os ha dicho nada?
- Bueno... Me dijo que ya no contásemos con él para comprar las cosas. Que no iba a poner los 20€ semanales. Pero no sabía que estaba con vosotras.
- Supongo que será algo temporal. Mira igual así estais más desahogados en la cocina.
- Bueno mujer... Por uno que se ha ido tampoco...
- Ya, ya... Jeje. A ver si quedamos un finde todos.
- ¿Qué tal está Silvia?
Aleyt se extrañó ante la pregunta a la que ni siquiera había puesto interés.
- Pues bien... Está en su casa.
- Me alegro de verte Aleyt, me voy que llego tarde a alemán.
- Ah muy bien. Nos vemos pronto. Adiós.

Aleyt continuó su marcha calle abajo mientras Ross la observaba...
"Si supiese por qué dejé a Silvia..."

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Carol y Ana estaban por el centro dando una vuelta y con el billetero temblando. Habían comprado todo lo que pillaron en las rebajas.
- ¿Le hacemos una visita a Aleyt? - Preguntó Ana.
- Mejor la llamamos y que venga a tomar algo ¿no?
- Sí... Mejor, ¿pero ha venido ya de casa?
- Sí sí, llegó ayer, espera que la llamo.
- ¡No Carol!, no hace falta. Está ahí jaja.

Aleyt estaba parada delante del escaparate de la tienda "Cascanueces", muriéndose de envidia porque todo le gustaba y no tenía un céntimo para comprarse un colgante precioso que había visto.
- ¡¡¿Y mi Gordiiii?!!
No le hizo falta girarse, reconocería esa voz en cualquier parte.
- ¡Cazurronaaaa!- Gritó Aleyt dándole un par de besos a sus amigas.
- ¿Qué tal los exámenes?- Le preguntó Ana.
- Muy bien, estoy muy contenta la verdad, ¿dónde vais?
- Pues vamos a tomar algo e iba a llamarte, ¿te vienes?
- Sí. Nacho no sale hasta las 8 así que me da tiempo.
- ¡Joder parece que estáis casados!- Replicó Carol en broma.
- Uf... La verdad es que sí. Voy a pedir una repartición de bienes jajaja.
- ¿Dónde vamos?- Apremiaba Ana.
- Pues no se... Que elija Aleyt.
- Vaya pregunta, ya sabéis jaja.

Y hacía la Santta María se dirigieron.
Una vez allí, Aleyt les contó que por el piso todo bien, preguntó por Vic, Sara y Louise, y les dijo que había visto a Ross.
- Me ha preguntado por Silvia...
- ¿Ah sí?
- Sí... No se, pero era como una obligación tener que preguntarme por ella.
- Bueno, pasa de todo, ¿con ella que tal en el piso?
- Pues... Igual a veces pienso que me paso un poco con ella... No se. Soy muy maniática para tener las cosas en orden ¿sabéis? No me gusta que las zonas comunes estén hechas un asco, y ya le tuve que dar un toque de atención, pero después me sentía mal. No se...
- Oye chica, es que la convivencia es difícil. Además, ella se quedó la habitación que te gustaba a ti, lo justo es que no tenga lo demás como su segunda habitación.- Dijo Carol convencida.
- Ya bueno pero ya sabes como es Silvia. A veces pienso en ese tema de que la Élite se separa, aquello que dijo, ¿qué pensáis?

Se hizo un silencio entre las tres. Que Aleyt recordase, una conversación así de seria nunca la habían tenido.
- Bueno, yo solo digo que aquí estamos las tres ¿no? Eso no es estar separadas.- Se explicó Ana.
Brindaron por ello.

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Ofelia se encontraba en su salón terminando de encuadernar los apuntes del primer cuatrimestre. No había tenido tiempo en toda la mañana. Gonzalo había estado allí hasta la hora de comer y no ordenaron los apuntes precisamente...
De todas formas, aquella tarde esperaba la visita de un viejo amigo: Ross.

Y no se hizo esperar. Como de costumbre, llamaron al timbre y Kira empezó a ladrar. Se había acostumbrado a todo, pero a lo de no ladrar todavía no.
- ¡¡¡Ross!!!
Ofelia se lanzó a su cuello. Se alegraba de verlo. Hacían mucho que no quedaban para hablar.
- Me parece fatal que no me hayas invitado antes a tu piso jaja.- Bromeó el chico, que tenía la cara congelada por el frío.
- Perdóname, soy lo peor. Pasa, pasa. Deja ahí el abrigo.- Dijo Ofelia señalando su habitación.- Y perdona el desorden, estoy recogiendo los apuntes de estos meses.
- No te preocupes, ¿qué tal?
- Bien. ¡Bueno espera!, te enseño el piso.

Ofelia le enseñó su casa, y después preparó un café para los dos y se sentaron en el sofá a charlar sobre todo lo que había pasado. La verdad es que no se habían visto mucho. Empezaron a hablar sobre los exámenes, y después el tema degeneró en las vidas personales de ambos dos.
Ofelia le explicó el por qué de su ruptura con Arturo, y la relación que estaba empezando a tener con Gonzalo. Añadió también la relación de éste con BH y lo que ocurrió con Margarita en el festival. Ross todavía no se había enterado y le entró la risa... No podía creérselo.
- Bueno, ¿y por tu casa qué tal?
- Bien... Ahora al que no vemos nada es a Nacho. Con eso de que Aleyt tiene piso... La vi esta mañana y me dijo que él comía y cenaba allí poniendo dinero con ellas. No se como se lo habrá tomado Silvia.

Ofelia se quedó pensativa, pero hizo la pregunta.
- Ross... No quiero meterme donde no me llaman, y yo con Silvia pues tampoco es que haya tenido una relación demasiado cercana o buena... Pero tengo curiosidad, ¿qué pasó entre tú y ella?
Ross se puso nervioso, pero confiaba en Ofelia...

- Bueno... Digamos que yo no busco nada serio, y veía que Silvia estaba empezando a sentir algo que yo por ella no sentía. Me cae muy bien, y es una chica encantadora, pero sinceramente, yo solo me quise divertir. Me agobio la idea de pensar en algo serio y, además...
Ross se quedó pensando, pero lo dijo.

- Ofe... Es que creo que me está pasando algo... Que es entre horrible y que está fatal pero...
- ¿Qué pasa Ross?
- Creo que hace tiempo que siento algo por Aleyt.

Ofelia tragó saliva intentando no ahogarse.

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