viernes, 28 de enero de 2011

TIRED. CHAPTER XIII. ¿SEPARACIÓN?


"Generalmente se encuentra en la naturaleza humana más de locura que de sabiduría."

Ana estaba muy agobiada con los exámenes... Veía que todo el mundo de su alrededor poco a poco se iba para casa y ella ni siquiera había empezado.
Temía quedarse sola en la residencia sin nadie con quien hablar...
Pero no tenía por qué preocuparse, porque Sara también estaba en la misma situación.
Llamaron a la puerta de la sala de estudio y una linda cara sonriente enmarcada en un pelo rubio oscuro se asomó.
- ¿Cómo lo llevas?- Preguntó Sara con los ojos cansados.
- Pues... Bien. Pero tengo mucho sueño.
- ¿Cuándo vas a irte a la cama?
- Depende. Últimamente tengo el sueño cambiado. Me acuesto a las 5 o las 6 y duermo toda la mañana. No sé, pero hoy tengo ganas de meterme en la cama ya.- Respondió Ana con un enorme bostezo.
- Son ya las 3 y media... Acuéstate y te levantas un poco antes ¿no?
- Prefiero seguir, ya he cogido ritmo.
- En ese caso, buenas noches. Mañana bajaré temprano a desayunar.
- ¿Tienes examen?
- Sí... A las 9. Espero que me salga decente jaja.
- Mucha suerte.

Sara cerró la puerta sin hacer ruido y, cuando iba a su habitación, oyó la voz de Ana. Volvió sobre sus pasos y abrió de nuevo la puerta de la sala.
- Por cierto... Aleyt me escribió en Tuenti. Me dijo que ya está por aquí y que si queremos dar una vuelta que pasemos por su casa mañana.
- Ah vale. Por mí bien.
- Así nos despejamos y vamos por el centro a ver tiendas... Y echáis un ojo a algo para regalarme por mi cumpleaños jajajaja.
- Mira, es una buena opción jaja. Buenas noches.
- Buenas noches.

Ahora sí, Sara se dirigió a su habitación. Al girar la llave, oyó unos pasos por el pasillo. "Oh no..." pensó. Y no se equivocaba. Sor Lulú andaba a esas horas vigilando el pasillo a ver si pillaba a alguien haciendo algo que, según ella, no debería de estar haciendo. La vieja monja entró al office, y se escuchaba ruido de tazas, cucharas... "Está como una puta regadera", pensaba Sara. Y la vio salir del office para dirigirse a la sala de estudio con un montón de cacharros sucios entre las manos. "Pobre Ana..."

..............................................................................

Carol disfrutaba de sus merecidas vacaciones en León.
El viento soplaba congelándote la nariz, pero daba igual, ella era feliz estando allí.
Estaba trasteando por el tuenti, cuando de repente sonó su teléfono móvil. Se extrañó al ver en la pantalla un número que no conocía, pero contestó.
- ¿Sí?
- ...
- ¡Ah! ¡Hola! ¿Qué tal?
- ...
- Me alegro. Dime...
- ...
- ¿Un favor? Pues... Claro, si puedo hacértelo.
- ...
- Jajajaja, entiendo... Vale.
- ...
- ¡De nada! Adiós.
- ...

Carol se quedó pensativa, a la par que extrañada, y decidió llamar a Aleyt.

Aleyt estaba en su cocina preparando algo de comer para ella y Nacho. Sonó el teléfono fijo, y a ella le extrañó, puesto que siempre que sonaba era para Silvia y ésta estaba en Cantabria.
- ¿Diga?
- Hola Cuenquitooooooooooooooooooo.
- Jajaja, hola Cazurrona.
- ¿Qué tal?
- Bien, aquí, preparando algo para comer, ¿y tú? ¿Estás ya congelada como Walt Disney?
- ¡Qué graciosilla estás hoy...!
- Solo me preocupo por tí. A ver, te llamo para preguntarte una cosa.
- Dímelo rápido que se me quema esto...
- Vale, ¿conoces alguna floristería cerca de tu casa o algo que no sea muy cara?
- ¿Una floristería? Pues... Sí bueno, cerca de la catedral hay una muy bonita.
- Ah vale. Bueno te dejo, ya te contaré para qué es que te veo liada.
- Vale, luego te llamo, ciaitooooo.
- Un beso, adiós.

............................................................................................

En la residencia Labouré los nervios cada vez estaban más crispados. Louise acababa de llegar y se dirigió a la habitación de Ana.
- ¡Hola!
- ¡Ey Louise! ¿Qué haces aquí?
- Nada he venido a por unas cosas y me voy jeje. Me está esperando Mario abajo.

Ana se extrañó.
- ¿Habéis venido aposta desde Santander a por algo?
- Sí, es que se me olvidó aquí el cargador del móvil...
- Ah joder jaja.
- Bueno, ¿qué hacéis aquí todas?
Louise se refería a la hermana de Ana, y otras dos chicas más de la residencia, novatas.
- Estábamos hablando de lo de anoche.
- ¿Qué pasó? - Preguntó Louise sin importarle que Mario la estuviera esperando.
- Pues nada tía, anoche Sor Lulú entró en la sala hecha una bestia a reñirme porque había una taza y una cucharilla sin fregar... ¿Pero tú te crees que es normal?
- Venga.... ¡Hasta luego! ¿Pero de qué van?
- Ya ves, yo estaba concentrada estudiando y me dio la noche. Y luego me saltó con que somos unas desastres, que no estudiamos, que no se qué...
- Estoy yo ahí... Y vamos...
- Ah, y a estas- Ana señaló a su hermana- las llamó ayer Sor Teté a su despacho para decirles que no las veía preparadas para vivir en una residencia. ¡Ah! Y que para limpiar conciencia podian bajar a la capilla... Jajajajajajajaja.
- ¡No me lo puedo creer!
- En serio. Igual Aleyt tiene razón... Deberíamos de ponernos de acuerdo y plantarles cara...
- Pues, quizá no sea todo lo malo. Lo hablaremos cuando estemos todas pero esto ya es insoportable.
- Ya ves. Bueno, pásatelo genial de vacaciones... ¡zorrón! jaja.
- Espero... ¡Adióoooos!


No hay comentarios:

Publicar un comentario