domingo, 13 de marzo de 2011

TIRED. CHAPTER XIV. VUELTAS A LA NORMALIDAD.

"Este año no puedo acudir a la cita..."

Silvia estaba mucho más feliz porque esa semana iba a casa. La esperaba en el andén su amiga Luci, ya con los disfraces de carnaval en una bolsa.
Durante el trayecto del viaje, Silvia fue pensando en el amor. Últimamente andaba dándole vueltas a su relación con un chico que conoció en el camping de Suances. Él era de Valladolid, muy simpático, atento, y con dos pegas: era del Barça, y compartía su vida con otra persona. Aún así, él era majísimo con ella, y quedaban, y se veían, y hablaban y daban eternas vueltas en un BMW.
- ¡Silviaaaaa!
Luci se lanzó a abrazar a su amiga. La echaba de menos, al igual que Silvia a ella, a pesar de que este año se veían mucho más que antes.
- ¡Hola! ¿Qué tal?
- Bien, acabo de ir a comprar nuestro disfraz para el sábado.
- ¿Ah sí? ¿Y de que nos vamos a vestir?
- De pilinguis de los años 20.
- ¿No dijiste que de momias?
- No me compares... He comprado unos antifaces, unas pelucas y unas boas. Imagina el vacile a la gente que conocemos que no van a saber quiénes somos.
- Mmmm... Me gusta el plan. Jajaja.

De camino a casa de Silvia, Luci le dejó coger su coche y comenzaron a charlar sobre cosas varias.
- Oye... ¿Y con el chico de Pucela qué tal?
- Bueeeno... Podría ir mejor.
- ¿Por?
- Pues porque no entiendo qué es lo que quiere de mí, Luci... A ver, yo estoy muy a gusto con él, hemos salido a tomar algo varias veces, e incluso el otro día vino al piso a ver una película conmigo. Estuvimos abrazaditos mientras la veíamos... En fin.
- Pero Silvia... ¿Por qué no le preguntas que qué pretende?
- Eso mismo me dijo Aleyt, pero no se, es que me da miedo soltarle esa pregunta y que me conteste, y no me guste la respuesta, o simplemente, que no volvamos a vernos. No se, es una de las cosas que más de anima para seguir estando en Valladolid medio a gusto.
- Pero Silvia, ¿me puedes explicar qué te pasa con Valladolid? Si a ti te encanta la carrera, te gustaba estar allí... ¿Es por el piso?
- No tía... Joder es que no lo se. No tengo ganas de hacer nada. Estoy vaga, vaga, vaga y vaga. Odio madrugar, con éstas bien, pero no es lo mismo, Aleyt está todo el día con Nacho... No se, a veces me arrepiento de haberme ido de la resi, pero por otro lado sé que si me hubiera quedado, no lo habría aguantado más.
- Bueno Silvia, estamos llegando. Así que sonríe.

Y eso tuvo que hacer, aunque últimamente ya pasaba de fingir y de ocultar sus sentimientos.

........................................................................

Ross estaba desayunando tranquilamente cuando Genaro irrumpió en la cocina.
- Buenos días.
- Hola.- Contestó Ross con voz tímida y dormida todavía.
Genaro se sirvió un café. Bueno dos, para llevarlos a su habitación. Inés todavía estaba dormida en su cama y le preparó otro café para ella.
- Estoy un poco harto de la situación...
- ¿Qué situación?- Preguntó Ross.
- No sé, a mí estas cosas no me preocupan la verdad, pero lo de Nacho, que no esté ya por aquí... Es que nada.
- Bueno, que haga lo que quiera. Yo ya le dije lo de las tareas.
- No me refiero a las tareas Ross.
- ¿Entonces?
- Lo de las tareas es una cosa secundaria, y me parece un poco estúpido mosquearnos por esas cosas.
- Bueno, pues entonces que cada uno haga lo que quiera y a ver qué tal funcionamos en el piso.- Ross empezaba a sentirse molesto.
- No te ofendas Ross, no lo digo por tí ni por el cuadrante ni nada. Pero me da la sensación de que Nacho se va a ir del piso.
- Pues que se vaya, que haga lo que quiera... Para lo que está aquí... Que se vaya con Aleyt, que no se separan ni un minuto.
Genaro empezó a lamentarse por haber hecho ese comentario... Y prefirió zanjar el tema.
- Esta noche es carnaval, y Aleyt quería que fuésemos a su casa, ¿te vienes?
- Tengo mejores cosas que hacer y de más provecho.

Genaro nunca había tenido un "enfrentamiento", ni tan leve con nadie, y se sentía algo extraño. Fue a su habitación a despertar a Inés, que dormía plácidamente.
- Buenos días.
Inés esbozó una leve sonrisa y lo miró a los ojos.
- Te he preparado un café.
- Gracias...
- ¿Te vas ya?
Inés se había levantado de la cama y se vestía con rapidez.
- Sí... Muchas gracias por dejarme dormir contigo, ha sido genial.
- Ya era hora de que te quedases.
- Sí, estoy muy a gusto contigo.
- ¿Vienes esta noche a casa de Aleyt?
- Bueno... ¿Por qué no? ¿Le importará?
- No lo creo.
- De todas formas luego hablaré con ella.
Se despidieron y Genaro se olvidó por completo de todo.

...................................................................

Aleyt estaba harta de las explicaciones de clase. Llevaban ya cuatro horas sin parar de escribir, la cabeza le dolía, y estaba deseando salir de allí para marchar a casa y descansar un poco.
Además de que el día estaba siendo duro, tenía la cabeza también en la noche de carnaval, en qué se iba a poner, y distracciones varias.
Al salir, Laia quería hablar con ella.
- Aleyt... Siento por tí y por Nacho lo que pasó el otro día en tu casa.
- Bueno, no pasa nada, todos perdemos los nervios alguna vez ¿no?
- Sí... Es que llevaba el día muy malo y lo último que me esperaba era que Silvia me tocase las narices de esa forma.
- Bueno Laia, mejor olvídate y echa tierra de por medio hasta que se os pase.
- Lo siento mucho Aleyt, pero yo no pienso volver a hablar con Silvia nunca más, ya han sido demasiadas discusiones con y no quiero tener nada que ver con ella.
- Es tu decisión y la respeto...
- ¿Seguro que conmigo no te pasa nada?
- Qué va Laia, es que es todo... Estoy cansada, me duele la cabeza, tengo ganas de ir a casa... Es horrible.
- Bueno, más o menos nosotros somos como tu familia, eso ayuda ¿no?
- Claro que sí.
Y Aleyt abrazó a Laia con la mejor de sus sonrisas.

..........................................................................

Carol andaba por la residencia buscando un vestido que ponerse para el lunes de carnaval. Pero el que se había comprado esa mañana, de bruja, según ella le quedaba como una patada en el culo.
Fue a coger el móvil para ver si Aleyt se iba a disfrazar finalmente de Mimo cuando había recbido un mensaje de un antiguo compañero. Lo de antiguo era porque no pisaba apenas por clase.
Era Xoel, quería quedar con ella para tomar algo el fin de semana, y ya de paso, quedar un día para ir a cenar a casa de Aleyt.
Se sorprendió porque hacía tiempo que no sabía nada de él.

Y se puso guapísima para ir a su encuentro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario