domingo, 16 de mayo de 2010

TIRED. CHAPTER III. NAVIDAD.

Tras días y días de ensayos, discusiones y malas caras, llegó el día del IX Festival Navideño. En él participaban casi todas las residencias de Valladolid.
El coro de Labouré, ayudado por Nacho y Julia de la residencia Felipe II, se encontraba ensayando en la sala de juegos. Por los problemas que habían tenido, el grupo se había resquebrajado un poco, y para conseguir que todo saliese según lo previsto debían unirse aunque fuera cinco minutos. Nacho era el que más notaba esa desunión y por ello pensaba si no sería mejor haberse quedado al margen... Pero tocar le gustaba, al igual que cantar, y ni mencionar estar cerca de Aleyt.
Decidieron marchar a tomar algo antes de salir a escena. Sara y Louise prefirieron no hacerlo, sobretodo para no tensar más la situación con Ajo & CO.
Iban caminando hacia el Candy, donde solían ir habitualmente. Nacho iba muy serio, y Aleyt se percató de ello.
- ¿Te pasa algo? Te veo muy serio...
Nacho negó con la cabeza.
- Estoy un poco nervioso, nada más.
- Está bien, ¿vienes al Candy?
- No. Me voy para casa. Luego te veo en el auditorio.
Aleyt se quedó preocupada. Cuando algo le pasaba a Nacho lo sabía perfectamente, y le hacía daño que él nunca se lo contara.
Al marchar el chico, Julia, la compañera de la residencia Felipe II, le sugirió que lo tuviera de alguna manera más comiendo de su mano. Aleyt no estaba de acuerdo con este tipo de principios, pero rió ante el simpático comentario.
En el Candy, las chicas pidieron unas cañas para alegrar y calentar el cuerpo antes de actuar. El camarero, muy atento, les sirvió unos chupitos de tequila para que los ánimos se vinieran arriba ya del todo. Con esa mezcla no era para menos.
Llegó la hora de ir al auditorio. Allí las esperaba el resto para que les dieran a todas juntas la invitación.
El lugar estaba lleno. No había sitio ni para dejar las guitarras hasta que llegase el momento, que no se hizo esperar.
La actuación salió bastante mejor de lo esperado, y al final se lo pasaron muy muy bien; incluso hubo quien las felicitó.
Las demás residencias no lo hicieron nada mal tampoco, excepto una que cantó Happy Xmas de John Lennon, que le dolió en el alma hasta a la persona más insensible.
Al terminar el festival, fueron todos al ágape que les habían preparado en una de las residencias partícipes. Allí comentaron la actuación, recibieron felicitaciones y, cuando se hizo tarde, volvieron a Labouré.

Pasaron unos días, y mientras estaban comiendo, S.P., la directora del coro, le pidió un favor a Louise.
Louise tenía una voz especial, y había participado en numerosos coros. La hermana le pidió que cantase una "nana" en la eucaristía de Navidad de la residencia, para la que quedaban dos días. La muchacha no tuvo opción de negarse, así que se puso corriendo a preparar algo. Pidió ayuda a Sara y Vic, que tocaban la flauta y el clarinete respectivamente. Decidieron preparar la nana, y, para el festival de después, cantar y tocar una de las canciones de la BSO de los Chicos del Coro.
No daban abasto con tanto lío, pero se las veía ilusionadas.
Por supuesto en la misa no faltó el coro de Labouré improvisando, como siempre, las canciones, con tan solo un día de ensayo.
Louise estaba sumamente nerviosa, y el solo que hizo con la nana no le salió como esperaba. Esto provocó las risas y burlas de algunas de las residentes, sobretodo aquellas que habían tenido algún enfrentamiento con Louise, por lo que ésta sentía que le hervía la sangre. Aleyt y Ofelia se miraban, sin saber qué decir a aquellas impertinentes que se reían por lo bajo de su amiga.
La cena, gracias a Sara y Aleyt, consiguió animar a Louise. Se pusieron a juguetear con los gorros de Papá Noel y con las bolas de Navidad haciendo como si fuesen elfos o imitando a Rudolph.
Cuando terminaron, Louise y Sara se dirigían a sus habitaciones.
- ¡Hey chicas! ¿Es que no venís a la actuación?- Les preguntó Aleyt.
- ¿Qué actuación?
- Pues... La del otro día. Tenemos que representarla hoy otra vez.
- ¿Y eso cuando se ha dicho?- Louise miró a Aleyt con el gesto desencajado y a punto de estallar.
- Yo... Me lo acaban de decir en la cena.
- Mira Aleyt, ¡yo estoy harta! No pienso bajar a hacer esa maldita actuación con esas víboras ahí. Se han reído de mí en la misa, me han humillado, no me avisan para nada. Pues ahora ahí os quedais, ¡yo me voy a mi habitación y no pienso salir ni con ellas, ni con lo que teníamos preparado nosotras!
- Louise por favor, cálmate, yo tampoco me he enterado.
- Aleyt, Louise lleva razón, estamos ya cansadas de todo. Yo tampoco voy a bajar, tengo cosas más importantes que hacer.- Dijo Sara con un tono algo más calmado.
- Haced lo que querais. Yo también tengo un examen mañana. Pero bueno aquí cada uno con su tema. Voy a ver como lo solucionamos, porque no tenemos guitarras. Margarita se cayó en el partido y se dobló el dedo, no puede tocar...
Estaban a punto de empezar cuando llegó Aleyt dándoles la noticia. Todas las chicas se desesperaron, pero la muchacha les dijo que haría los tres papeles. Silvia subió corriendo a las habitaciones de Sara y Louise, pero fue en vano. Margarita cogió su guitarra y como pudo la tocó en la actuación.
No salió tampoco del todo mal, solo que los ánimos no estaban como para tirar cohetes...
Tras esto, Aleyt subió a su habitación, pensando que nunca más volvería a meterse en cosas de la residencia. Todo traía problemas, y, por supuesto, no iba a discutir con sus dos amigas por una mísera actuación en un auditorio cutre.

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