lunes, 17 de mayo de 2010

TIRED. CHAPTER III. NAVIDAD.

Quien quiera que lo lea, quien no, que no lo lea. En Tired se aceptan críticas de forma, no de contenido. ^^

Louise y Sara se encontraron en el hall de la residencia. Cogieron juntas el ascensor mientras se preguntaban lo típico: "¿Qué tal las clases?" "¿Muchos exámenes?", etc.
Las dos chicas habían congeniado muy bien desde el primer día junto con Aleyt.
Sara estaba siempre agobiada con la carrera y se esforzaba al máximo por conseguir una nota medianamente buena.
Louise también. Estaba siempre hasta arriba de trabajos, pero su humor no era tan cambiante como el de Sara. Si se enfadaba era por alguna razón de peso.
El ascensor paró en el piso tres, pero ellas iban al quinto.
Al abrirse la puerta, se toparon con Margarita y Ajo que bajaban. No sabían qué decirse, tanto unas como otras y, entonces, Ajo rompió el hielo.
- Hola chicas. Os buscamos antes por el quinto pero no estábais. Queremos hablar con vosotras si puede ser sobre lo que pasó el día de la cena de navidad para aclararlo. ¿Bajais luego?
- Vale. Después de comer aquí.- Contestó secamente Louise.

Bajaron a comer y, al subir, pasaron por el tercero. En el office olía a té de flores. A BH le encantaba tomar uno después de comer.
Se sentaron en una de las mesas. También estaban Ofelia y Aleyt allí. Margarita empezó a hablar.
- Bueno chicas a ver, queremos "disculparnos" por si nos hemos portado mal con vosotras durante los días que hemos estado en el coro.- El tono con el que se disculpaba no era muy convincente, pero por lo menos las aguas volvían poco a poco a su cauce.
- Mira Margarita...
- Louise, relájate ¿vale?, solo queremos hablarlo y solucionarlo.- Dijo Ofelia para que la chica se calmase. Louise cambió de tono entonces.
- Vale a ver... A mí me molestó mucho lo que pasó con lo del Oh Happy Day, porque perdí mucho tiempo en ello con Nacho y luego resulta que nos lo echásteis vosotras para atrás.
- No fue así. Fue una decisión conjunta.- Contestó Ajo.
- Pero si todas estábamos dispuestas a hacerlo y tú dijiste que si se hacía eso no salías.
El ambiente empezaba a caldearse de nuevo y comenzaron a echarse en cara todo.
- ¡Chicas!- Gritó Ofelia. - No vamos a enfadarnos otra vez. Louise, reconoce que era complicado preparar eso con tan poco tiempo. Y vosotras, es cierto que en el coro habéis tomado sin quererlo el papel de mandantonas. Lo que hay que hacer es poner todas de nuestra parte y ya está.
- Yo estoy de acuerdo con Ofe.- Dijo Aleyt.
- Sí, yo lo veo eso bien. Pero si somos un grupo somos un grupo.- Sara se aceleraba por momentos. Hablaba siempre demasiado rápido.- Yo lo que no quiero es que si no me sé las canciones paseis de mí cuando vayamos a tocarlas, solo os pido que vayais un poco despacio, que siempre empezais sin mí.
- Vale. Pues lo sentimos si os hicimos pasarlo mal, no queríamos hacerlo. Por mí este tema está zanjado.
Todas estuvieron de acuerdo y la situación volvía a ser normal. Ya quedaba poco para navidades y no era cuestión de irse a casa con mal sabor de boca. Cuando iban a marchar Louise, Sara y Aleyt, Ajo las llamó.
- ¡Chicas! Este finde Genaro y los chicos nos han invitado a su casa. ¿Os apuntáis? Podíamos hacer un juego inventado o algo.- Propuso Ajo en tono divertido.
- Bueno nos lo pensamos.- Contestó Louise con una sonrisa forzada.

- ¿Vais a venir?- Preguntó Aleyt con un nudo en el estómago por la respuesta que podría darle Louise.
- No se... La verdad que no tengo nada que hacer este finde.- Contestó Louise sorprendentemente calmada.
- Bueno... Yo si no tengo que hacer muchas cosas sí.- Dijo finalmente Sara.

Al salir de clase, Aleyt quedó con Nacho para dar un paseo por ahí. Hacía un frío horrible. Por el camino, el chico le fue contando a su novia que Aelo había discutido con otra amiga de ellos que se llamaba Ágatha.
Ágatha era una muchacha muy dependiente y con mucho carácter, que había sido compañera de residencia de Genaro, Pelayo, Ross y Nacho, y pertenecía al grupo de amigos junto con Aelo.
La discusión surgió porque Ágatha decía que Aelo nunca estaba ahí cuando la necesitaba. La razón de ello era que la muchacha tenía mucho trabajo y mucho que estudiar en el curso en el que estaba, y no tenía de donde sacar tiempo material. Era muy injusto que la acusase de eso cuando Ágatha, si tenía un problema, tampoco acudía a contárselo a Aelo, que seguramente la escucharía.
Nacho se lo iba relatando a Aleyt, y ella en su mente quería pensar que la mala de la película era Aelo. Veía algo en ella que no le gustaba, aunque, si realmente no mezclaba lo que pensaba de Aelo con la historia que le contaba el chico, Ágatha estaba siendo muy injusta con ella.

La tarde del sábado la dedicaron en la residencia a preparar un juego de mesa para llevarlo a casa de los chicos. Era un juego para beber y para hacer pruebas un poco indecentes, pero que sería divertido.
Al terminarlo, Aleyt se fue de compras con Sara y Louise. También Nacho le dijo que lo llamase cuando saliesen para verla.
Se dirigieron a la Calle Manterías a mirar zapatos, y Louise se compró unos negros planos muy sencillos. Después fueron a mirar bisutería a Bijoux Brigitte, una tienda que le encantaba a Aleyt por la cantidad de pendientes extraños que había.
Al salir para ir a la Calle Santiago, Aleyt llamó a Nacho para quedar con él. El chico le cogió el teléfono, y le dijo que estaba saliendo de su casa con Aelo e iba a comprar con ella. Que se verían por la noche en su casa.
Aleyt estalló de nuevo al colgar. Sara y Louise no se esperaban esa reacción y Aleyt les contó todo lo que pensaba de aquella muchacha.
Fueron para la tienda de Blanco a que Sara se comprase un vestido. Mientras tanto, Aleyt y Louise irían a comprar el botellón. Cuando entraron al supermercado, se encontraron en la caja con Aelo y Nacho. Esperaron quietas a que las vieran, a modo de gastar una broma. En realidad fue una estrategia de Louise para observar a Aelo.
Cuando las vieron, se acercaron a saludarlas. Aleyt le dijo a su chico que después irían a su casa a dejar la bebida para no ir cargadas toda la noche con las botellas. Así quedaron y se despidieron. Las chicas se miraron queriéndose decir lo mismo.
- Si la cara es el espejo del alma...- Bromeó Louise cuando se fueron.
- Jajajaja....- A Aleyt le divirtió mucho el comentario de su amiga, pero no quiso echar más leña al fuego.
Sara tardó un rato más en decidirse con el vestido, algo que desesperó a Louise que le regañó cuando salió de la tienda muy emocionada.
Caminaron entre la gente hasta la casa de Nacho. Las recibió Ross y dejaron las botellas en el salón. Aleyt se extrañó de no ver a Nacho por allí. Al segundo, se abrió la puerta de la habitación del chico y salió acompañado de Aelo. Sara y Louise se miraron con cara de preocupación y salieron de allí rápidamente, encontrándose en el portal con Genaro, que les prometió una noche de juerga y pasarlo bien.

Llegaron a la residencia y cenaron tranquilamente, para después arreglarse y volver a casa de los chicos.
Sara estaba nerviosa, y guapísima con el vestido nuevo que se había comprado. No era la única, todas iban muy arregladas.
Al salir de Labouré, lloviznaba y hacía bastante frío, pero hacia allí se dirigieron.
Al llegar, las recibió Nacho. Los demás estaban en la cocina terminando de cenar.
Algo había tenso en el ambiente. De repente, Ofelia oyó una voz familiar en la cocina y no era de ninguno de los que vivían allí. Ágatha estaba con ellos contándoles su versión de los hechos con Aelo. La chica no estaba anímicamente demasiado bien. Ofelia no entendía nada de lo que pasaba.
Empezaron las residentes de Labouré a jugar al juego que habían preparado, y Nacho de vez en cuando pasaba por el salón para echar un vistazo, pero Genaro, Ross y Ágatha se encerraron en la habitación de la chica que vivía con ellos que se llamaba Nuria, Nur para los amigos.
A Ofelia le extrañó que no estuvieran allí con ellas, y Aleyt le hizo una señal queriéndole decir "luego te cuento".
El alcohol empezó a subirles, sobretodo a Ofelia y a Sara. Lo más surrealista de la noche fue cuando Ofelia, Louise, Sara y Aleyt vieron que Aelo acababa de llegar con su novio. Aleyt se quedó pálida, pensando si no pasaría nada estando Ágatha también allí. Nacho, inocente, les dijo que cuando salieran, Aelo y Jorge se unirían al grupo.
A partir de aquí todo empezó a ser muy raro. Ofelia se puso malísima con el alcohol y tuvo que ir al baño, Sara llevaba las medias rotas y se dedicó toda la noche a gastar su broma de "tengo cuatro carreras, la cuarta es Medicina". Aleyt escuchó el comentario que hizo Aelo sobre la situación que se estaba viviendo allí, y no le sentó demasiado bien. La noche se iba de las manos, se rompieron vasos, y todo estaba acabando en desastre. Salieron de allí todos, quedándose Nur, Genaro, Ross y Ágatha.
Ya en el portal, Ofelia le pedía a Aleyt, myt ebria, que le dijera por donde ir a la residencia, que no estaba bien. Aleyt sugirió a todas que la llevasen a la residencia, para luego volver y seguir con la fiesta, pero Ajo se negó diciendo que Ofelia nunca llevaba cuidado y siempre pasaba lo mismo. Con esa respuesta se dieron la vuelta y se marcharon, dejando a Ofelia cogida como podía a Aleyt que no pensaba dejarla sola.
La chica cogió a su amiga e intentó que no se durmiera por el camino. Iba andando rápido, mojándose porque había empezado a llover, seguida de Nacho, Aelo y Jorge. Mientras avanzaban, Aelo y Jorge comenzaron a criticar el estado de Ofelia, creyendo que no se enteraba. A Aleyt le hervía la sangre a cada palabra que decían, y Ofelia iba escuchándolo todo, cosa que la puso de muy mal humor y empezó a echar pestes contra Aelo en un tono bajito. "Espero que mañana esto sea un mal sueño para ella", pensó Aleyt.
Al llegar a la residencia, Aleyt llevó a Ofelia a su habitación y la dejó en el baño. Le dijo que a las cuatro, cuando volviesen, pasarían a verla. La muchacha se quedó sola y comenzó a llorar, preocupada por si le pasaba algo.
Aleyt no sabía ya qué hacer. Bueno, lo que sí sabía era que con Aelo no quería estar. La chica propuso ir a tomar algo los cuatro, pero Aleyt le dijo que para eso prefería ir hasta Poniente a buscar a sus amigas.
Al final, Aelo y Jorge se fueron juntos y Aleyt y Nacho volvieron a casa del chico buscando un poco de intimidad, aunque seguía preocupada por Ofelia. Volvió sola a la residencia, lloviendo y con la noche cerrada.

Por otra parte, las demás chicas se lo estaban pasando en grande por ahí. No pensaron en Ofelia, ni en Aleyt, ni nada, algo que mucho después Ofe les echaría en cara. Se hicieron fotos con los tunos, Sara siguió con su broma de las medias, hasta que se hicieron las cuatro. Tras acompañar a Bibi a su residencia, cogieron un taxi y llegaron a Labouré, encontrándose en la puerta con Aleyt.
Subieron, y fueron a ver cómo se encontraba Ofelia.

Lo que prometía ser una noche bien planeada y divertida, sí lo fue para algunas, pero para otras no tanto. Desde ese día, no volvieron a planear ninguna salida más.

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