lunes, 24 de mayo de 2010

TIRED. CHAPTER IV. LA ÉLITE.

Porque sí que puedo vivir sin ti. Lo que pasa es que no quiero.

El frío había llegado a su máximo extremo.
No nevaba, y hubiera sido preferible que lo hiciese. Así sería más entretenido. La gente iba rápido por la calle, con la nariz roja, el vaho saliendo de la boca y en los autobuses urbanos no cabía un alfiler.
Alguien miraba por la ventana. Estaba dentro de una habitación blanca, de pie, y se había quitado el jersey. En los hospitales normalmente hacía un calor insoportable.
- ...¿Louise? ¿Qué haces aquí?
- ¡Nacho! ¡Por fin despertaste!- Dijo Louise emocionada acercándose a la cama.
- Pero bueno, ¿qué hacemos aquí?
Al incorporarse, Nacho notó un dolor agudo en la parte trasera de su hombro derecho. Llevaba el brazo en cabestrillo y varios rasguños por el antebrazo. Soltó un pequeño gruiñido por el dolor y se volvió a dejar caer en la cama.
- No te muevas. ¿No te acuerdas de nada?
- Sí, la pregunta ha sido estúpida.- Bromeó el chico.
- Nada más llegar la ambulancia te trajeron aquíy te operaron. Tienes varios puntos en la herida pero el alta te la darán mañana.
- Ah bien. Pero ¿y tú qué haces aquí?
- Aleyt ha ido a ducharse a la residencia. Estamos aquí Genaro, Ross y yo. Ella estuvo toda la noche contigo.Cuando Genaro la llamó contándole lo que había pasado se puso histérica. La directora no tuvo más remedio que abrirle la puerta para que viniese contigo.
- Vaya... ¿Y tú cuándo has llegado?
- Yo acabo de llegar de Santander majo. No he pasado ni por la residencia. Aleyt me llamó y me pidió el favor de hacerte compañía. No tardará. Tengo la maleta ahí.
- Gracias Louise, pero no hace falta que te quedes.
- No me importa Nacho. ¡Mira! Ahí viene Genaro.
El chico entró en la habitación quemándose la mano. El café estaba ardiendo.
- ¡Hombre Nacho! ¡Ya has despertado del letargo!
- Sí hijo sí.
- ¿Qué tal estás?
- Bien. Bueno me duele. Pero me encantaría largarme de aquí ya.
- Bueno chicos yo sí que me voy a ir que Aleyt viene ya para acá con Silvia. Mejórate Nacho.
Louise y Nacho se despidieron con dos besos y la chica abandonó la habitación con su pesada maleta.
Genaro le contó a Nacho como sucedió todo. Aquel hombre le apuñaló en el hombro. Tuvo suerte, no fue nada grave, solo que la herida era un tanto profunda. Por eso se aturdió. Lo rasguños son de caer al suelo por el dolor.
- ... El caso es que cuando te vimos en el suelo empezamos a gritar. Pero el tío no tenía por donde salir. Echó a correr y Ross y yo le pegamos una buena pasá... Por cierto, la puta de la abogada nos ha demandado por agredir a un enfermo. El tipo tenía esquizofrenia.
- ¿No jodas?
- Sí... Pero bueno ese es otro tema. El caso es que salió Toni y llamó a la policía y a la ambulancia. Mientras,llamé a Aleyt y vino para el hospital. Aelo también estuvo por ahí abajo. Vendrá luego.
- Lo que no me pase a mí... Vaya fin de semana... Completito, completito. Y el primero de trabajo en serio...
- Bueno puedes incorporarte pronto.
- Sí, sí. Eso lo tengo claro.- Contestó Nacho decidido.
Continuaban charlando cuando Aleyt y Ross aparecieron. La muchacha volvió a sonreir y se lanzó a darle un beso a Nacho. Ya se le había pasado el susto.
- ¿Cómo estás?
- Bien, bien. Me duele un pelín.
- Normal... Vaya tajo te dio...
- Jajaja.
- Hemos visto a la enfermera por el pasillo. Dice que seguramente te vengas para casa esta tarde.- Explicó Ross.
- ¡Ui qué bien!- Dijo Nacho con alegría.
- Eso sí. Tienes que estar unos días en reposo.- Advirtió Aleyt.
- Que no pasa nada. Es sólo una heridilla.
- No, no. Te pueden saltar los puntos y eso sí que jode.
Estuvieron un rato hablando y Aleyt tenía que irse a comer. Prometió volver por la tarde para ayudarle a llegar a casa.

Aleyt andaba más tranquila y cuando llegó a la residencia se encontró con Ajo.
- ¡Geme! ¡Ya me han contado lo de tu churri! ¿Qué tal está?
- Muy bien. Esta tarde se va para casa. Sólo fue un susto.
- Me alegro. Oye sube luego al office que nos tienes que contar todo lo de Navidad ¡eh!
- Vale, vale sin problema.
Fue a su habitación y aparecieron Sara, Vic y Carol para preguntar por Nacho. Bajaron juntas a comer y se sentaron todas en la misma mesa que Ajo & CO. Más tarde llegaron Ana y Louise y, como no tenían sitio, se sentaron en la mesa de delante que siempre estaba vacía.
- Mañana nos ponemos a comer todas ahí.- Dijo Carol.
- Vale sí. Si no no cabemos todas.- Contestó Sara.
Aleyt se sentía bien con aquel grupo de chicas. No conocía muy bien a Vic y a Ana, pero con las demás se llevaba estupendamente.
El ambiente que vio en el grupo de Ajo no le gustó nada. En aquella comida empezaron a criticar a Ofelia porque decían que pasaba más tiempo con Arturo que con ellas. Eso desde el punto de vista de Aleyt no era cierto.
Más tarde subieron al office y empezaron a acribillarla a preguntas.
- Pero ¿cómo tuviste el valor de meterlo en tu casa?- Preguntó imprudente BH.
- No se... ¿Qué queríais que hiciese con él?
- ¿Y tú madre que dijo? ¿Le cayó bien a tu familia?
- Sí vamos, todo fue muy bien...
- Yo no meto a mi novio ahí hasta el día de antes de casarme.- Añadió Margarita.
- Mirad chicas ¿sabeis qué? Tengo que irme al hospital a ver a Nacho. Ya hablaremos. Ciao.
- ¿Qué le ha pasado a Nacho?
- Que os cuente Ajo.
Y salió de aquel office teniendo claro que nunca más volvería a salir con aquel grupo de chicas. La esperaban otras seis chicas más que no tenían nada que ver con ella, pero con las que se sentía ella misma. No tenía que fingir, no tenía que sonreir si no tenía ganas... En fin, eran de élite.

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