miércoles, 9 de junio de 2010

TIRED. CHAPTER VI. PROBLEMAS Y SOLUCIONES.

Unos se casan por la iglesia, otros por idiotas.- Woody Allen, director de cine.

Pasó ya el mes de marzo y llegó la Semana Santa. Más tiempo de vacaciones para los estudiantes.
Todas las chicas marcharon a sus respectivas casas. Aquellas dos semanas les dieron para pensar sobre muchas cosas.
Aleyt marchó de su ciudad natal hacia la costa, a Alicante. Una mañana, temprano, se vistió y salió a dar un paseo por la playa. Hacía algo de fresco, pero no era el frío helado de Valladolid. Se sentó donde lo hacía siempre, junto al faro del Cabo de las Huertas, y empezó a meditar sobre su vida. Con Nacho estaba todo perfecto, salvo que odiaba que tuviese el trabajo que tenía, pero entendía que necesitaba ese dinero que ganaba. Solo que le daba rabia que él no estuviera haciendo lo que realmente quería. Nunca había estado tan bien con una persona, lo quería con locura. Estaba deseando volver a verle. La invadió un sentimiento de angustia al pensar que algún día lo que tenían ambos podría llegar a acabarse. "No" pensó, "imposible", pero sabía de parejas que parecía que nunca iban a terminar y... todo tiene su fin.
Alejó de ella aquellos pensamientos y los trasladó a su futuro. No estaba entusiasmada con la carrera que estaba haciendo. Ella misma se había dado cuenta de que ser periodista es una meta que jamás alcanzaría, aunque el resto del mundo pensase que era fácil, sencillo y todas esas cosas. Pero ella no encontraba sentido a aquello. No tenía vocación de periodista, pero sí tenía una sensibilidad especial para el arte. Era uno de sus hobbies, observar el arte, preguntarse por qué era así, qué mentalidad habría llevado a aquellas personas a realizar edificios, esculturas y cuadros así y no de otra manera... Estaba segura de que eso sí le gustaba. Y empezó a plantearse el cambiar de carrera, pero no lo tenía todavía suficientemente claro...
Su móvil vibró. Era su madre. Ya se habían despertado. Esperó cinco minutos más a que el sol saliese por completo e iluminase la playa de levante a poniente.

También amanecía justo en la otra punta del país y algo inesperado estaba ocurriendo.
Louise y Mario caminaban abrazados por la playa de Laredo. El día amaneció lluvioso, como siempre, pero no hacía mucho viento.
- ¿Qué tal con las chicas allí en Valladolid?
- Bien, muy bien. A ver si vas y las conoces. Bueno a Aleyt ya...
- Sí, sí. Y no le caigo muy bien ¿verdad? jajaja.
- Bueno no se... jaja. ¿Y tú? Anoche no te vi muy animado. Te fuiste pronto para casa...
- Sí... Ya sabes que desde que estoy contigo mi vida ha cambiado demasiado. Me estoy enderezando como dice mi padre. Aunque lo de estudiar... No lo llevo bien.
- Jajaja. Claro. Siempre has sido un niño de papá con dinero y no te ha hecho falta hacer nada.
- No me ofendas Louise...
- ¿Es que es mentira? - Dijo Louise parándose en seco.
- Ya se que llevas razón... - Contestó Mario abrazándola y dándole un beso.- Me encanta que seas tan sincera.
Siguieron caminando un rato largo, y después se dirigieron hacia el coche de Mario.
- Louise hay algo que llevo pensando mucho tiempo y tengo que pedirte.
- ¿Qué pasa? Te has puesto nervioso.
- Me gustas desde hace mucho tiempo, y contigo es con la persona con la que estoy seguro que quiero estar el resto de mi vida.
- Jajaja, yo también amore. ¿Qué quieres? ¿Que nos casemos? jaja.- Dijo Louise.
- Exacto.
Se hizo un silencio absoluto que acabó con la sonrisa de Louise.
- ¿Có... Cómo?- Louise abrió al máximo sus enormes y redondos ojos.
- Eso. Que... Quiero que nos casemos.
- Jajaja claro que nos casaremos, pero dentro de unos años ¿no?
- ¿Para qué esperar...?
- A ver Mario, yo te quiero mucho pero mi familia no me va a dejar y no he terminado ni el primer año de carrera. ¿Qué quieres? ¿Que la deje y me venga a Cantabria?
- Eso o... no... Sigues y yo me voy a Valladolid. Alquilamos un pisito para vivir y ya está. Es muy sencillo.
- Pero ¿con qué dinero, Mario?
- No te preocupes por eso.
- Sí, sí me preocupo. Yo no voy a ser una mantenida. Si nos casamos no puedo seguir con la carrera. Tendré que trabajar para mantenernos.
- Pero a ver a tus padres... ¿qué más les dará pagarte la residencia que pagar parte de un piso?
- No se cómo se tomarán mis padres esto, Mario. A lo mejor me dicen que si me caso, mi vida ya será completamente mía y que ellos no quieren saber nada.
- No se Louise, podríamos intentarlo. Es lo que yo quiero. Y te quiero a ti. No esperemos más... ¿Te parece bien el 24 de julio?
- ¿Por qué no?
Y lo sellaron.

Silvia estaba terminando ya de hacer la maleta. Aleyt iría a buscarla a la estación de Valladolid porque iba muy cargada con bolsas, el portátil, la maleta... No podía con todo. Sabía que su amiga del sur se había ido a pasar unos días con Nacho, los dos solos, y aprovechó para hacerse el DNI de nuevo.
Llegó a la estación y se alegró de ver a Aleyt allí, que la ayudó con los bártulos y la invitó a un cigarrillo. Hablaron sobre las vacaciones. Aleyt recibió una llamada de Carol. También estaba a punto de llegar a Valladolid, por lo que la esperaron en la parada del autobús urbano.
- Bueno ¿qué tal todo, chiquillas? - Preguntó Aleyt con Carol abrazada al cuello.
- Muy bien ¿y tú?
- Bien, bien.
- Ai... ¿Y con Nacho qué, eh salerosa?- Preguntó Carol con su sonrisa de lado.
- Bien también. Pero dos días más viviendo juntos y me tiro por la ventana.
- ¿Y eso?- Preguntó la inocente de Silvia.
- ¡Es broma! Solo que es un poco pronto para convivir los dos solos en plan parejita feliz jaja. Por cierto, me llamó Louise. Dice que tiene algo muy importante que contarnos...
- A saber...
- ¿Y cómo habrá terminado la historia de Sara, Genaro, Pelayo...? jaja.
- No se... Yo de ese tema tampoco he hablado con Nacho...
Llegaron a la residencia y se dirigieron corriendo a la habitación de Louise. Por el camino se encontraron con Ana, Vic y Sara. Se alegraron todas de verse.
- ¿Habéis visto a Louise?
- Vais a flipar... - Dijo Ana con cara de circunstancia.
- Flipar no... ¡Lo siguiente! - Añadió Vic.
- No me jodas, ¿muy fuerte?
- Id, id y que os cuente.- Dijo Sara con una sonrisa de preocupación.
Aleyt apartó un poco a Sara.
- ¿Qué tal estás tú?
- He pensado mucho esta semana, pero... No ha servido de nada. Lo que pasa es que no se si contarlo...- A Sara se le iluminó de repente la cara y sus ojos ocultaban algo... ¿bueno? ¿o malo?.
- Tía ¿qué ha pasado?
- Jajaja. Ayer estuve con Pelayo.
- ¡¡¡¿Cómo?!!!
- Shhhh. Por dios Aleyt que bastante tengo ya. Ya te lo contaré cuando aclare yo mis ideas ¿vale? Ahora ve a lo de Louise que... ya verás.
Aleyt llegó a la puerta de la habitación de Louise. "...y... me ha pedido que me case con él."
- ¡¡¡¿Qué?!!!- Gritó Aleyt entrando por la puerta. Sólo había escuchado aquella frase que ya lo resumía todo.
- ¡Que me caso Aleyt!
- ¡Ya está diciendo chorradas la loca esta!- Exclamó Carol levantándose sin creerse ni una sola palabra. - Ya nos está vacilando.
- Carol... Va en serio. Mario, ¡que no se lo creen, díselo tú!
Mario estaba al teléfono.
- A ver saleroso- dijo Carol tomándoselo a broma- ¿estais tontos o qué?
- ...
- Dios ¡que va en serio!
Aleyt ya se había dado cuenta al mirar a Louise. Pero estaba feliz.
- Ai que bonito...- Exclamó Silvia de repente.
- Otra loca...- Dijo Carol saliendo de la habitación alucinada.
- Bueno ¿qué?
- Qué... Pues que estás como una puta cabra Louise.- Dijo Aleyt dándose la vuelta.
- Pero ¿por qué os parece mal?
- Porque vas a arruinar tu vida. ¿Y tus padres que dicen?
- Mis padres no pueden decir nada.
- Jajaja, ¿cómo? Ni que te estuvieras manteniendo tu sola...
- No, pero lo tendré que hacer. Mario va a venir a vivir a Valladolid.
- Y tu carrera... Todo... Piénsalo Louise. - Aleyt se desanimaba por momentos. Siempre creyó que el matrimonio lo estropea todo.
- Es una locura, pero a mí me encantaría que me lo pidiesen así.-Dijo Silvia con una estúpida sonrisa.
- Anda que la otra... Si ya os digo yo que cuanto más al norte más gilipollas. En mi vida me había cruzado con gente tan rara... ¡Ai que joderse!- Exclamó Aleyt saliendo de la habitación. Vic se
echó a reir ante el comentario de su amiga.

- Yo no me lo creo.- Dijo Ana tan tranquila como siempre.
- Yo sí... Va en serio. Desde que está en serio con Mario no es la misma- Sara estaba muy preocupada por todo aquello. La situación con Louise había empeorado desde hacía un tiempo.
- Es una locura. Bueno, es algo que nunca me he planteado... ¿Casarme? No gracias...- Explicó Aleyt.
- Ya se le pasará. ¿Creéis que sus padres le van a dejar que se case? ¡Pues no! Vamos... Le digo a mi madre que me caso y me mata.- Exclamó Ana.
Vic escuchaba los comentarios de sus amigas, pero no decía nada.
Louise irrumpió en la habitación de Sara echando humo.
- ¿Por qué hablais de mi a mis espaldas?
- Louise es una tontería todo lo que estás diciendo. Entiendo que quieras mucho a Mario, yo a Nacho también, pero no sabes si le quieres tanto como para estar siempre con él. No llevais ni un año...
- ¿Y qué? No lo entendeis. Yo quiero estar con él y punto. Me quiero casar con el en julio.
- Vale. Pues entonces prepara mucho alcohol para nosotras.- Dijo Ana para suavizar la situación.
- No te reconozco Louise, no eres la misma...- Sara agachó la cabeza para no cruzarse con la mirada de Louise.
- ¿En qué sentido? Y si he cambiado y sois mis amigas... ¿ Por qué no me lo habeis dicho?
Aleyt se quedó un momento pensativa... Y a la que no se reconocía era a ella misma negándole la libertad a una persona.
- ¿Sabes lo que te digo Louise? ¡Que hagas lo que te de la gana!
Silvia entró en la habitación.
- ¿Quién somos nosotras para decirle lo que tiene que hacer o lo que no? ¡Tú eres libre de hacer lo que quieras, por lo tanto hazlo! ¡Si quiere casarse, que se case. Es su vida. No la nuestra!- Y salió de la habitación para encerrarse en la suya.
Sara fue tras ella no sin antes mirar a Louise de forma desafiante.
- ¡Aleyt! Abre, soy Sara...
- Sara no voy a bajar a cenar. Quiero estar sola...
- Abreme por favor.
Aleyt no era tan dura y cedió. Abrió la puerta.
- Aleyt ¿te parece normal todo eso?
- ¿Tú crees que me lo parece? Es increíble...
De pronto apareció Louise llamando.
- ¡Aleyt abre!
- ¡Vete Louise! No quiero hablar contigo hoy.
- Déjame que te explique las cosas.
Volvió a abrir la puerta.
- Mira Louise lo siento, me he decepcionado a mí misma diciendote que no te cases, eres libre de hacerlo. Pero me sigue pareciendo una chorrada y una locura. Vais a destrozar lo que teneis por un capricho.
- Yo se lo que hago y Mario también. Pero quiero que me digais algo, ¿no soy la misma desde hace un tiempo?
Se hizo un silencio incómodo. Sara se fue sin contestar.
- No Louise, no lo eres. Has cambiado.
- ¿Y por qué no me lo habeis dicho?
- Porque no te conozco tanto como para decirte si esta Louise es la verdadera o, por el contrario, la verdadera Louise era la de antes.
- ¿Y cual te gustaba más a ti?
- La primera a la que conocí.
Louise se quedó pensativa.

- Creo que la boda se puede aplazar unos años...
Y se abrazaron.

Mañana es el día de los escritores invitados. El capítulo de Tired será escrito por un bloggero amigo mío. Espero que os guste más que estos. = )

2 comentarios:

  1. Que sepas que me voy a casar... y el 24 de julio!!!!! Pero de algún otro año en el que caiga en sábado jajajaja este no!!! Bueno el 24 de julio de 2016 cae en domingo, esque el proximo en que cae sabado es en el 2021 igual estoy muy pero que muy vieja y arrugaa!! jajaj

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Queremos bodaa!! xDD
    me gusta que sigas pensando en esa fecha, que mejor regalo de santa cristina que tu boda ¿? jiji sería taaann genial! jajaja

    ResponderEliminar