viernes, 18 de junio de 2010

TIRED. CHAPTER VII. TODO SE COMPLICA. Capítulo Especial.


Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después el amor pertenece a los sentimientos.- Albert Einstein.

Carol caminaba sola por la Plaza Mayor. Iba pensando en Xoel...
Definitivamente... Se había enamorado. No pudo evitarlo.
Pensaba también en los diversos desengaños amorosos que había sufrido a lo largo de su adolescencia. Eso la había marcado a fuego y por ello juró no volver a enamorarse nunca más.
Xoel no le gustó a primera vista y nunca le pareció su tipo. Pero la trataba como a una reina. Le decía cosas preciosas y le prometía el cielo bajo las sábanas. En fin, los ratos con aquel chico, que en un principio era un completo desconocido compañero de clase, habían llenado los huecos de su vacía existencia.
Le dolió profundamente que Xoel le dijese que tenía novia. Lo de Leyre no le importaba demasiado porque aquella relación iba a terminar pronto. No podía seguir. Ella estaba casada y con un niño a su cargo. Además, adoraba a Leyre.
No se lo pensó, dio media vuelta, y volvió a coger un autobús que la llevase a Parquesol.

Caminó rápido hasta llegar a casa de Xoel. Llamó a la puerta y el chico le abrió, sorprendiéndose al ver a Carol de nuevo allí.
- ¿Pasa algo?- Preguntó Xoel extrañado.
Carol lo miró a los ojos... Cristalinos por las lágrimas que estaban a punto de emanar.
Se había enamorado.
- Yo... Xoel... Yo...- Balbuceó Carol.
- ¿Qué te ocurre, mi...?- Xoel se paró en seco.
Se miraron. Xoel se dio cuenta del sentimiento que encerraban el corazón y los ojos de Carol.
Y no le importó...
- ¿Me quieres decir que... Me quieres?
Carol se lanzó a sus labios y Xoel la abrazó con todas sus fuerzas.
- Sí Xoel... Sí...
- Pues... Lo mismo te digo Carol. ¿Te creíste lo de que tenía novia? ¿Por eso te fuiste de tan mala gana de aquí?
- ¡Me mentiste?- Dijo Carol apartándose.
- Quería asegurarme de todo antes de decirte que te quiero. Que te amo con todas mis fuerzas. Que solo quiero estar contigo y en este momento no ronda nada más por mi cabeza que no seas tú.
Carol se emocionó.
- De hecho me estaba vistiendo para ir a Labouré a secuestrarte.
- ¿En serio?
- Nunca he hablado más en serio Carol... ¿Quieres intentarlo?
- Sí, quiero.
Y lo sellaron con un beso eterno.

Silvia estaba emocionada.
Por fin habían salido de los labios de Gerardo las dos palabras que deseaba con todas sus fuerzas que le dijese.
Le susurró un "te quiero"... profundo y sincero.
Caminaban juntos de la mano por... No sabían donde. Solo sabían que se estaban encontrando el uno al otro, y les gustaba formar aquella pareja.
- Gerardo, ¿crees que estamos haciendo bien?
- ¿A qué viene esa pregunta? Bueno vale que yo no soy perfecto, ni muy guapo, ni muy profundo pero...
- Jajaja, no me refiero a eso. Quiero decir... ¿No es pronto para empezar la relación?
- ¿Y quién decide cuándo es el momento? Ahora lo que me apetece es estar contigo, y decirle a todo el mundo que estoy con una chica maravillosa a la que quiero.
- ¿En serio?- Silvia lo miró poniéndole ojitos.
- Claro. Si no... No estaría aquí, agarrado a ti.
- Me encanta como eres. Nunca pensé que nadie me diría estas cosas.
- Creeme... Nunca pensé que podría decir a nadie estas cosas.
Y siguieron caminando hasta que se perdieron en la lejanía de la ciudad castellana.

Louise y Mario iban en el coche del chico. Les encantaba salir y perderse por Cantabria.
Disfrutaban de la compañía mutua y en cualquier rincón arbolado... Paraban el coche y se entragaban el uno al otro de la forma más perfecta que puede hacerlo un ser humano.
- Te quiero...- Susurró Louise al oído de Mario.
- ¿Y yo a ti no?
- Sí. Lo se.
Y se besaron.
La relación entre ellos iba cada vez mejor. Sus familias se llevaban de maravilla y no ponían ninguna pega.
- ¿Te conté lo de Aleyt?
- No... ¿Qué le pasa?
- Nacho le puso los cuernos con una.
- Hostia... ¿Vaya cabronazo no?
Louise se quedó un momento pensativa. Intentó ponerse en el lugar de su amiga y se dio cuenta de que el dolor que estaría sintiendo sería insoportable.
S e aferró al cuello de Mario y comenzó a sollozar.
- ¡Hey, hey! ¿Qué te ocurre?
- ¿Tú serías capaz de hacerme eso?
- ¿Tú me crees capaz, Louise?
- Espero que no.
- No Louise... No sería capaz, ¿y tú?
- No...
El "no" que salió por su boca le dolió en lo más profundo de su corazón pues... Ya lo había hecho.

¿Existe el amor?
Dedicado con cariño a E,C y O. Si las paredes de la sala de estudio hablasen...

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