martes, 22 de junio de 2010

TIRED. CHAPTER VIII. TODAVIA NO HA LLEGADO EL FINAL.

Cuidado con la tristeza, es un vicio.- Gustave Flaubert.

Louise terminaba de empaquetar su última caja. Había metido en ellas todos los libros, posters, tazas... Y regalos. Algunas cosas las trajo a principio de curso, y volvían a irse. Otras las había ido recibiendo a lo largo del año, normalmente por gente que la quería.
Silvia asomó la cabeza por la puerta. Mario también estaba allí, ayudando a la muchacha con sus cosas.
No quiso molestar y se encontró a Aleyt por el pasillo del 5º.
- Vaya... Una que se va.- Suspiró Silvia melancólicamente.
- Bueno... Sólo son dos meses y poco más.- Sonrió Aleyt intentando animarla.
- Yo es que no tengo ganas de ir a casa, Aleyt. Os voy a echar mucho de menos.
- Vaya... Y yo también a vosotras. Yo tampoco tengo ganas de irme pero ¡es veranito!
- Ya... Jo que pena que se acabe.
Aleyt la miró extrañada. Le dio un abrazo y le dijo: "¿Acabarse? Esto no se acaba... Es... como... Una peli de Antena3. Solo es una pausa publicitaria. Larga, sí, pero un descanso nada más. Dentro de nada estaremos otra vez aquí dándolo todo."
Silvia dejó escapar una lágrima. Le gustaban las metáforas de Aleyt y siempre le pedía consejo a ella.
Ana llegó al pasillo quejándose porque la directora la había llamado a su despacho.
- ¿Y qué quería?
- Bueno. En un principio quería saber si mi hermana quiere quedarse en el 5º al año que viene. Yo lo prefiero. Y después ha empezado con sus preguntas... Jajaja, la he engañado como a una boba. Me dice que si mis padres van a misa... Y le he dicho que sí, todos los domingos jajaja. Y me dice que a mis padres los ve muy unidos... Y yo pensando... Si esta supiera que llevan seis años divorciados... Jaja.
- ¿No lo saben las monjas?- Preguntó Aleyt.
- Creo que no. A ver mis padres se llevan genial y cuando me trajeron iban juntos. No se les ocurrió a las monjitas hacerles una pregunta indiscreta. Jaja.
- Ya claro. Raro en ellas... Jajaja.
- Me voy que he quedado con Joan para desperdirme. Se va hoy a Burgos.
- Ohh, que pena. ¿Y no ha habido tema?
- No... ¡Me cachis! Jajaja.

De repente Vic salió corriendo de su habitación. Se cruzó con las chicas y dijo un sofocado "¡Adiós!"
- ¿Dónde va tan rápido?
- Con el marica supongo jaja.
- ¿Quién?
- Ah. Es que se nos ha hecho modelo.
Aleyt contó rápidamente a Ana lo del fotógrafo. Ana se quedó muy extrañada.

- ¿Me vas a echar de menos?- Preguntaba Carol a Xoel mientras se vestían.
- ¡Vaya pregunta! Claro que sí...
- Jajaja, vale, vale.
- ¿Vienes a vernos al ensayo?
- No puedo... Tengo que estudiar MAC... Y tú deberías hacer lo mismo jaja.
- Ya te digo...
Salieron de casa de Xoel y Leyre los esperó con el coche. La relación sentimental entre ellos había terminado, pero seguían siendo muy buenos amigos. A Carol le encantaba juntarse con ella.
Leyre acercó a Carol a Labouré y Xoel se fue a ensayar con su grupo.
Quedaron para despedirse la noche de San Juan en Valladolid.

Miraba por la ventana con el teléfono en la mano... y pensaba "¿dónde estás?"...
- ¡Ross! ¡Hey, Ross!
Pelayo le dio un golpe en la espalda para que saliese de su empanada.
- Eh... ah... Dime.
- ¿Qué te pasa? Llevo dos horas hablándote y no me contestas...
- Perdona Pelayo. Estaba pensando en Vic. No se donde está. Hace días que no se de ella.
- Yo no se qué nos pasa con ese grupo... De Labouré tenían que ser.
- ¿Por qué lo dices? ¿Por Sara?
- Sara, Vic, Aleyt... Sara tampoco me da señales de vida. Imagino que esté de exámenes y... No se.
- Le preguntaré a Aleyt por Vic si la veo por aquí.
Sonó el timbre.
- Pues tu duda se va a resolver pronto jaja.- Dijo Pelayo.
Genaro se precipitó a abrirle la puerta a la muchacha.
- ¡Hola Genaro! ¿Qué tal?- Aleyt saludó tan simpática como siempre.
Se acercaron Ross y Pelayo al pasillo a saludarla y comenzaron con la conversación banal típica en ese pasillo.
Nacho también hizo su aparición medio dormido.
- Oye Aleyt... ¿Sabes algo de Vic?- Preguntó Ross enseguida.
- ¿De Vic?
Aleyt miró con extrañeza a Ross. "¿Para qué quiere saber algo de Vic...?" Aleyt no sabía si contarle lo del fotógrafo...
- Pues no se que lío lleva con un chico que le está haciendo unas fotos... O algo así. Estará en ello porque la última vez que la ví iba corriendo que llegaba tarde a un sitio. Seguramente sería allí.
- ¿Un fotógrafo?- Preguntó Pelayo.
- Sí... No se... Ariel nosequé se llama. Vive por el Paseo Gutiérrez creo.
Todos se quedaron pensativos. Y Ross empezó a preocuparse. "¿Vic modelo?" A él le gustaba, pero no la veía como una modelo. Vic era diferente...

En el estudio de Ariel Vic estaba disfrutando como una enana.
Empezaron con la sesión de fotos "¿La mujer liberada?", y Vic posaba a lo Freddy Mercury en el videoclip de "I want to break free". Se estaban riendo muchísimo y las fotos quedaban preciosas.
"Tiene talento, mucho talento" pensó Vic. Y también se preguntaba cuál había sido la razón de su desgracia...
- De verdad querida, ¡estás divine! Juntos vamos a arrasar en Madrid. Porque tendrás que venir conmigo a la presentación.- Sugirió Ariel sin dejar de echarle fotos.
- Jajaja, claro Ariel. Por cierto, me gustaría traer a una amiga para que me viese posar así...
- ¡No!- Gritó Ariel rotundamente.
Vic se quedó paralizada por unos segundos...
- Quiero decir... Es mejor que sea sorpresa. Es que, cariño, no me gusta estar rodeado de gente. Esta es mi forma de trabajar ¿comprendes?
Vic asintió. Y continuaron con la sesión.
La chica empezó a desconfiar de Ariel... Y el hombre lo había notado.

Las chicas se despidieron de Louise y quedaron en verse cuando fueran a ver a Aleyt a Alicante.
- Bueno, ¡que os den! ¡Ya es verano! jajaja.- Bromeó Louise.
- ¡Zorrón! ¡Te vamos a echar de la Élite!
- ¡Ya! ¡Yo soy la jefa! ¡Y esto no es una democracia! Jajajaja.
- Te voy a dar un golpe de Estado... - Dijo Aleyt.
- ¡A-T-R-E-V-E-T-E! jajaja.
Y Louise subió al coche deseando pisar la fina arena de la playa de Laredo junto a Mario, el sol acariciándole su piel dorada y respirar el aire puro de las montañas cántabras.
Vic llegó otra vez corriendo, justo a tiempo para despedirse de Louise a través de la ventanilla del coche.
S.A. fue a buscarla para decirle que Ross la estaba esperando en portería.
- ¿Qué haces aquí?- Dijo Vic secamente.
- No me coges el teléfono... No me llamas... ¿Qué te pasa conmigo?
- Nada Ross. De verdad estoy muy ocupada y no puedo quedar. No me pasa nada. De hecho, me gustaría verte más, pero no puedo...
- Ya claro... ¿Exámenes?
- Exacto...
- ¿Fotos?
Vic se quedó quieta pensando la pregunta y atravesó la mirada de Ross.
- ¿Cómo lo sabes?
- Lo se.
- ¿Aleyt?
- Sí. Estaba preocupado. No me dijo más que eso. Vic no te fíes por favor.
- Tú no conoces a Ariel. Es un buen tipo. Raro, pero bueno. Anda Ross, no te preocupes por mí, estoy bien.- Vic había suavizado el tono, sonrió y se despidió de Ross. Le prometió quedar con él al día siguiente para cenar y despedirse.

Como Silvia, marchaba dentro de tres días.

Sara quedó con Pelayo por fin. Pero solo le dio media hora. Tenía que regresar pronto a cenar y a meter todas sus cosas en cajas.
Iba a echarlo de menos. La noche que pasaron juntos nunca iba a olvidarla. Y su perfume tampoco.
- Bueno... Te deseo que te vaya muy bien por Asturias.
- ¿Me llamarás cuando vayas?
- Jajaja, solo espero no tardar otros seis años en pisar por allí.
- Yo espero lo mismo.
Se miraron...
- Te voy a echar mucho de menos Sara. Me da mucha pena que hayas aparecido en este último año... Porque, creo que has sido la primera chica, no que me ha gustado, sino de la que me he enamorado. Pero si estoy contigo quiero tenerte cerca, y eso no puede ser.
- Perdóname por haber desparecido así estos días. Pero ha sido mejor así. Si hubiéramos seguido viéndonos de otra forma... Ahora estaríamos más destrozados.
- Sí... Tienes razón. Te deseo mucha suerte.
- Y yo a ti. Confío en que serás un gran arquitecto
- Y tú una gran médico.
Se volvieron a mirar. Y esta vez por fin se dejaron arrastrar por sus instintos y no por deber. Se besaron por última vez. Y Sara liberó una lágrima. Sólo una.
Pelayo se fue para casa, y cuando se estaba alejando de ella...
- ¡Pelayo!- Gritó Sara, parada.
El chico se giró.
- No te olvides de mí...
La miró con una sonrisa.
- Tú siempre viajarás conmigo.

Y despareció.

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