lunes, 21 de junio de 2010

TIRED. CHAPTER VII. TODO SE COMPLICA.

Lo malo de la ignorancia es que va adquiriendo confianza a medida que se prolonga.- Friedrich Nietzsche.

Vic estuvo mucho tiempo pensándose qué hacer con la proposición de Ariel, el fotógrafo de Badoo.
No le inspiraba demasiada confianza, pero accedió a ir a casa del artista a la hora convenida.
La chica estaba nerviosa y, mientras caminaba por La Antigua, pensaba en la cantidad de chicas inocentes a las que habían secuestrado o les había pasado algo por aventurarse de la misma forma que iba ella a hacerlo. Estuvo a punto de darse la vuelta y olvidar aquello. Pero le daba pena Ariel. No todo el mundo era malo, y aquel hombre no había tenido suerte en su vida profesional.
Llegó a la entrada del Pasaje Gutiérrez y encontró el portal que Ariel le había indicado. Llamó y le abrieron la puerta sin contestar.
Subió al segundo piso por las escaleras y se encontró una puerta abierta.
Aquella casa le pareció tan extraña, tan hollywoodiana...
El pasillo de entrada estaba decorado con cantidad de fotografías de chicas estilo "Pin-Up", aunque un poco baratas, y en blanco y negro.
Solo destacaban en ellas unos labios rojos como la sangre.
Al final se abría un gran espacio lleno de focos viejos, cámaras, sillas de director, colillas, papeles y recortes de revistas por el suelo.
- ¿Victoria?
- Ho... Hola Ariel.
El hombre era un tipo extraño. Bohemio. Vestía una camisa de flores pequeñas rosas y de fondo amarillo pardo, un chaleco hajado marrón de cuero, unos vaqueros desgastados y rotos por la rodilla y un foulard al cuello estilo palestino pero más fashion.
Llevaba unas gafas ray-ban marrones y el pelo canoso recogido en una coleta. Era de pequeña estatura y muy delgado, y sus ojos arrugados destellaban amabilidad. Llevaba un cigarro en la mano y miraba a Vic de arriba a abajo.
- Mucho mejor que por el Badoo, ¿qué tal?- Dijo el personaje con una sonrisa.
- Gracias... Muy nerviosa jaja.- Vic se sonrojaba por momentos.
- Oh no te preocupes, cielo. Deja tus cosas por donde puedas. Esto es un desastre, y siéntate aquí.
El gato que ocupaba un lado del sofá saltó y dejó sitio a Vic.
- Eres justo lo que buscaba para mis nuevas fotografías. Una chica sencilla, aparentemente frágil pero con mirada de mujer dura.
- ¿Y de qué trata exactamente tu nueva exposición?
- Es una oportunidad nueva... Cuando terminé la carrera de Audiovisual me marché a Madrid. Monté un estudio de fotografía profesional y enseñé a muchos jóvenes a manejar una cámara. Por él pasaron algunos personajes famosos como... Joaquín Sabina, Anabel Alonso o Pedro Almodóvar. Pero la vida da muchas vueltas y gasté todo el dinero que yo tenía en algo irreal... que no me apetece recordar.- Ariel se frotó los ojos y mostró a Vic las fotos de los personajes que había nombrado.- Un buen amigo, el único que me queda, tiene una galería para exposiciones y sólo me va a dar una oportunidad. Y cuando te vi pensé... Es ella.
- A mí me da un poco de reparo. Nunca he hecho algo así.
- No te preocupes, pronto sabrás que puedes confiar en mí. ¿Has hablado con alguien de esto?
Vic se extrañó ante la pregunta.
- Creo que no...
- Mejor. Las modelos a veces no sirven y se desilusionan... Y luego tengo que aguantar comentarios de sus amigos, padres, madres... En fin... ¡Pero empecemos ya!- Ariel dio una palmada y se levantó de un salto.

Aleyt y Nacho regresaban a Valladolid más enamorados que nunca. Durmieron, o al menos lo intentaron, en casa de la chica en Almansa, solos. Lloraron, rieron, hicieron el amor, recordaron la primera vez que se encontraron... Todo, todo lo bueno que la vida se les había regalado en ese tiempo que llevaban juntos.
Llegaron a la ciudad castellana y Nacho acompañó a Aleyt a Labouré. La chica se iba a quedar allí estudiando y, si le daba tiempo, volvería a ver a su chico más tarde.
Al subir al 5º, se encontró con todas sus amigas, excepto con Vic.
Estuvieron largo rato escuchando el relato de Aleyt.
- Y nada... Todo se ha solucionado.- Aleyt esbozó una sonrisa enorme.
- Snif... ¡Qué bonito!
- Ya está llorando la tonta del bote...- Dijo Carol dirigiéndose a Silvia.
- Bueno pues nada, tú misma, yo creo que no le perdonaría.- Añadió Louise.- ¡Mañana me voy para mi casa!
- Qué suerte... Bueno... ¿Y vosotras qué tal con vuestros respectivos? jaja.
- Carol con Xoel todo el día follando, y Silvia y Gerardo todo el día paseando jajaja.- Respondió Louise ante la mirada de mosqueo de sus amigas.
- Sí, sí. Ana cuentale lo tuyo... ¡Eso sí que es fuerte!- Añadió Sara.
- ¡Ah! Bueno es una chorrada... Jajaja.
- Ui esa risilla...
- Llevo algunos días quedando con Joan, el amigo de Xoel.
- ¡Hala! ¡Qué fuerte!- A Aleyt se le pusieron los ojos como platos.- ¿Y eso?
- Se lo presenté el otro día.- Explicó Sara.
- ¿Y qué tal?
- Bueno... De momento muy bien, pero ya nada porque él se va para casa la semana que viene y yo... también.
Aleyt le preguntó a Sara que qué tal con Pelayo. Le comentó que había recibido mensajes del chico pero no se atrevía a contestarle. Además, estaba muy agobiada con los exámenes.

Por casa de Nacho pasaba algo parecido. Genaro estaba ya atacado de los nervios y acribilló a Nacho a preguntas nada más entrar por la puerta.
El muchacho, cansado, les contó algo, pero no todo. No tenía ganas de hablar más del tema.
- Te veo contento, Nacho.- Le dijo Nur dándole un abrazo.
- Sí. Podía haber salido todo mal...
- Que no hombre... Aleyt es muy buena y ya sabíamos que iba a entenderlo todo.
- ¿Y con Aelo... qué?- Preguntó tímidamente Pelayo.
- Con Aelo nada. Si algún día quedais con ella o algo, que va a venir o lo que sea, avisadme que me iré ¿vale?
- ... Sí, sí.
Los chicos nunca habían visto a Nacho tan serio.
- Por cierto Genaro, ¿te vienes la semana que viene a la fiesta de la madre de Aleyt?
- ¡Claro que sí! Si no voy yo, ¡no hay fiesta! jaja.
- ¡Qué tonto estás, Gen! jajaja.
- Bueno... ¿Y tú con Vic qué eh pillín?- Preguntó Genaro a Ross.
- Pues la estoy llamando y no me coge el teléfono... No se donde se ha metido. Y en Labouré tampoco está.
- ¡Huye de ti!- Bromeó Nur.

Vic posaba una y otra vez para Ariel. Al extraño hombre le encantaba cómo lo hacía. Se ponía seria, y daba miedo, y si sonreía transmitía una alegría sorprendente.
Solo estaban de prueba. Con la sesión en serio empezarían los próximos días.
Vic iba maquillada en tonos negros y grises, con los labios rojos. Llevaba puesto un vestido negro estilo globo con palabra de honor, unos guantes altos negros y seis collares de perlas. Nunca se había visto tan extraña... Y lo mejor de todo era que se sentía la más guapa del mundo.
Ya empezaban a cansarle los flashes y le pidió a Ariel que siguieran otro día. Además, se le hacía tarde para llegar a la residencia a cenar.
Ariel la dejó marchar a regañadientes y quedaron al día siguiente para empezar con la sesión cuyo tema sería "¿la mujer liberada?"
"¡Qué original...!" pensó Vic con ironía.
Se despidieron, y Vic notó cómo los ojos del fotógrafo se clavaban en su nuca.

Aleyt volvía de nuevo a la residencia a cenar. Se encontró con Vic por el camino y ésta estuvo contándole su experiencia con el fotógrafo.
- Pero... ¿Es de fiar?
- Yo creo que sí. Vive en el Pasaje Gutiérrez. Es un marica fracasado, pero muy simpático.
- Bueno, lleva cuidado jaja.
De repente, se toparon con una persona a la que Aleyt estaba deseando cruzarse... Aelo.
- Hola Aleyt.- La saludó Aelo bajando la mirada.
- Aleyt... Creo que voy tirando para la resi ¿vale?
- Sí Vic, ahora voy.
Aleyt miró con odio a Aelo.
- ¿Qué quieres?
- Siento mucho todo lo que pasó...
- Mira, mejor déjame en paz porque de lo que tengo ganas ahora es de arruinarte la vida.
- Aleyt de verdad no se como pasó... yo...
- Déjame que te diga como pasó. Eres mala Aelo, más mala que un dolor de muelas... Te has quedado sola porque no sabes a quien destrozarle la vida. Nacho era tu amigo, un amigo al que utilizabas cuando te daba la gana y al que manipulabas, pero da la casualidad de que él se encontró conmigo y tú, al ver que éramos felices y ya no te hacía tanto caso, decidiste vengarte. Y sabías que solo podías hacerlo así. No te quiero ver nunca cerca de Nacho, ¿me oyes? Y le va a costar mucho que vuelva a confiar en él, pero lo he perdonado. Y sabe que si lo veo cerca de ti me va a perder esta vez para siempre. Si quieres a Nacho, ya sabes lo que tienes que hacer...
- De verdad que lo siento Aleyt...
- Pues si lo sientes, déjanos en paz. Adiós Aelo.

Aleyt se alejó habiéndose quitado por fin un peso de encima... Y aún así, sintió pena por Aelo.

Bueno, seguidores frikis de Tired... Tengo que informaros de que el jueves termino de escribir la Primera Temporada de esta serie jaja.
En septiembre estaremos de vuelta, pero necesito un respiro.
Gracias por haberlo seguido, seguramente sin vuestras peticiones se hubiera quedado a medio. =).

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